Las últimas tecnologías y, más en especial, los dispositivos móviles, las redes inalámbricas y otros dispositivos conectados, están desencadenando profundos cambios en la gestión de procesos y personal en el ámbito de las empresas.
En la otra cara de la moneda, todas las empresas necesitan poder aprovechar los beneficios de la movilidad para el acceso a nuevos mercados, mejorar sus ventas y su atención a los clientes. Resulta imposible ignorar que, por ejemplo, España es líder europeo en la penetración y el uso de smartphones, y en las compras a través de dispositivos móviles, cuyo valor (2.260 millones) se ha multiplicado por 6 desde 2013 (nada menos que un511%).
En esta situación, la gestión de la movilidad en las empresas tiene vital importancia: su doble objetivo es tanto determinar cómo deben integrarse estos recursos y dispositivos móviles en los procesos de trabajo yobjetivos de cada empresa y cómo apoyar a los trabajadores que utilizan estos dispositivos para su trabajo diario, como mejorar la experiencia de compra y utilización del cliente usuario final.
El contexto obliga a las empresas a aprovechar este impacto, en diferentes niveles:
- La movilidad como nueva dinámica de trabajo en las empresas. Se trata de poner los dispositivos y aplicaciones más idóneos para los procesos en manos de los empleados. La seguridad, la disponibilidad de la información, la colaboración y unidad en las formas de trabajo de los equipos son esenciales para la mejora continua de su eficiencia.
- La movilidad como forma de atraer a los clientes, y conocer y satisfacer sus necesidades, mejorando su experiencia y su nivel de fidelidad. Para lograr esto es fundamental el adecuado tratamiento de los datos obtenidos.
- La movilidad como una transformación que no cesa ni se detiene, sino que continúa avanzando sin pausa y a una velocidad imparable, siendo, por tanto que la estrategia de movilidad está siempre abierta. El internet de las cosas va a suponer un aún mayor número de dispositivos y una cantidad aún más ingente de datos…
Las aplicaciones, su buen funcionamiento y actualización son claves esenciales para la movilidad.