Ya hablamos hace unos días de cómo con la eficacia conseguimos los objetivos que nos hemos propuesto y mediante la eficiencia garantizamos la optimización de los recursos en nuestras empresas; el punto de equilibrio entre ambos conceptos define la efectividad, siempre bajo el prisma de la sinergia.
Efectivo es aquello que produce los resultados que se esperan; en consecuencia, la efectividad es el grado en que se producen los efectos esperados. En este momento en que vivimos una sucesión de cambios cada vez más rápidos, la efectividad, sin duda, requiere de buenas dosis de capacidad de respuesta, adaptación y aprovechamiento de las nuevas oportunidades. Y esto sólo es posible con un buen flujo de información completa, fiable, oportuna y accesible a cada nivel y a cada persona en la organización en el momento adecuado, que propicie la sinergia*. Las tecnologías de la información son fundamentales para la consecución de los objetivos previstos mediante una gestión eficaz de los recursos. Por esto, la elección y adecuación de los sistemas TIC y los servicios telemáticos que utilizamos resulta crucial hoy más que nunca.
*DRAE – Sinergia:
- f. Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.
- f. Biol. Concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función.